Luego de que los pájaros hayan retornado hacia tu aire, al igual que recobraste aquellas gotas de respiración que te permiten vivir y en un pasado se expandieron hasta desaparecer por completo, hacerse cenizas y abandonarte en el sofoco del encierro, no significa que no debas deshacerte de alguno de ellos; pues, alguno querrá seguramente posar sus patas sobre tus manos y rosar tu dulce piel a la espera de una caricia, por lo que será conveniente que lo espantes, ya que de hecho uno de ellos ocupa un lugar en tu dedo índice y deseás no quitarlo de éste.Aquel pájaro que querrá ser capaz de lograr obtener un lugar en el espacio que comprenden tus dedos, presiente que no es favorable acercarse hacia tu piel y, por tanto, permanece en su vuelo. Para ello, es necesario olvidar que podría entretejer una vida y así anidar sobre la palma de tu mano. Y para ello, además, el pájaro deberá morir a pocos minutos de haber permanecido volando sin sentido alguno. Lo importante no es su muerte; una muerte más para el pájaro que hiere aún más consumiendo y saboreando la variedad de gustos del dolor. Lo importante es el olvido que corresponderá ser cumplido.

1 cementerios (de palabras):

María (Letras) dijo...

Ufa, no te gustó nada de nada lo que había elegido para vos. Bueno, si querés hasta podés cambiar la dirección del blog, que fue bastante improvisada.
Te encanta este texto ¿verdad? Lo ponés siempre que empezás un nuevo blog. A mí me trae malos recuerdos. O recuerdos tristes, en verdad.
Media pila y poné algo nuevo que hayas escrito. O yo voy a empezar a poner algunos mensajitos que tengo por ahí guardados...
Besitos!

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