Exterminio pandálico

Las paredes, a pesar de su grandeza, le estrechaban vagamente las manos, ya sin ninguna otra clase de alternativa, a su sombra que se hallaba a punto de ser arrasada y despedazada por una exhalación de luz potente, inacabable. Parecía procederle de sus pies que en ciertos momentos le eran cristales frágiles al cansancio, su supervivencia. Sin embargo, en ausencia de aquellas paredes que al menos le detenían en parte, su sombra hubiese muerto diseminada sobre algún suelo rugoso que por fortuna inexistía.
La forma por la cual opto responder hacia los hechos es trasladar los mismos en palabras y publicarlas a través de Internet para luego desaparezcan o se mantengan intactas sobre un manto invisible de incompetencia y quietud. Con ustedes: la anti- militancia.

1 cementerios (de palabras):

María (Letras) dijo...

Me sorprendés cada día.


(Y ¡¿de dónde sacaste esa foto del panda?!)

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